El informe "La educación de jóvenes y adultos. Estado de situación en la Argentina. Año 2000" del Ministerio de Educación de la Nación. reveló que el 54% de los adultos entre 20 y 64 años, es decir 9.120.000 personas poseen un grave déficit educacional. De ese 54%, sólo el 33,3% logró completar la primaria, el 18,1% la abandonó antes de terminar el séptimo grado y el 2,6% nunca asistió a la escuela.

Los datos del informe evidencian también que esa situación educativa deriva de la creciente desigualdad en la distribución del ingreso, porque aquellos lugares más pobres son los que tienen un mayor déficit educativo.

Frente a estos datos, corresponde preguntarse si la creencia de que la población argentina es la más educada de América Latina, no es ya un mito que ha comenzado a desgranarse con velocidad.

Al mismo tiempo, el Estado se encuentra jaqueado por los problemas denominados "de coyuntura", que hacen que, la educación quede siempre en último lugar en las prioridades del país, pese a que las palabras oficiales - cualquiera sea el gobierno de turno que las pronuncie - digan otra cosa.

Es indiscutible que la función del Estado en materia educativa es irrenunciable y es a él a quién corresponde la mayor responsabilidad: la educación pública es la única niveladora de desigualdades de cualquier tipo.

Esta afirmación no implica sin embargo, que no debamos preguntarnos, qué tarea les corresponde realizar, en la actual situación, a quienes desde diferentes ámbitos puedan aportar soluciones de apoyo a la tarea del Estado.

En este sentido y en el marco de la necesidad de educación y capacitación laboral continuas para el ciudadano, nuestra Asociación considera que es imprescindible trabajar para encontrar diferentes formas de integración entre la educación-capacitación formal o escolar (representadas por las escuelas y universidades) y la educación-capacitación no formal a través de diversos ámbitos y canales, entre los que los nuevos medios de comunicación tienen la responsabilidad de abordar el tema y proponer las alternativas que faciliten esa continuidad.

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